Por haber posicionado un conversacional en España sin tener decenas de miles de seguidores en redes sociales y entre una oferta inabarcable dentro del género. Por demostrar que desde los rechazos hay un relato común que nos une tanto o más que aquello amable y por despertar en la audiencia pensamientos ambivalentes, rebelando una identidad colectiva y no necesariamente generacional.

Por recoger de una manera original los ecos de la pandemia de la Covid-19, por inspirar cuestiones trascendentales sobre el futuro de la humanidad sin dejarse llevar por los tópicos de la ciencia ficción distópica y desplegar una ficción sonora que tiene tanto de reto como de disfrute para los oyentes que ha tenido durante el pasado año por todo el mundo.

Por haberse convertido en una referencia total para el género, partiendo de una conversación entre dos amigas que, para buena parte de una comunidad que hoy es masiva, es un espacio de seguridad que ha tenido ecos en cuestiones de salud mental. Por haberse reinventado varias veces y ser hoy en día un podcast escuchado en varios países de América, donde el boca a boca ha consolidado una audiencia diversa y que ha encontrado un espacio común de escucha y expresión.

Por ser un proyecto redondo y de gran calidad tanto narrativa como periodística. Por involucrar a quien escucha en una historia compleja, llena de datos y de personajes no necesariamente conocidos. Por sus aportaciones inéditas en las fuentes y por la relevancia informativa que finalmente aportó, haciendo partícipe por otro lado a los periodistas que originalmente destaparon la historia y tuvieron la valentía de poner las primeras piedras del relato.

Por permitir al podcast no ser una campaña publicitaria y, sin dejar de ser sugerente para su cliente, Turismo de Suiza, componer con total libertad una serie de ficción sonora que sucede en un paisaje cuyo valor crece con el paso de los episodios. Por ser escuela para anunciantes en podcast por la apuesta completamente libre habiendo reportado una audiencia interesante a la marca aunque para muchos de sus oyentes sea una sorpresa todavía que esa ficción que tanto les gustó sea un branded-podcast.

Por estirar los límites del formato daily desde el humor con un lenguaje irreverente, creando desde la conversación imágenes únicas y bajo la exigencia de la producción diaria. Por haber creado un gran universo entre los cuatro conversadores y ser un espacio de libertad total siendo un artefacto genuino del universo podcast.

Por apoyarse en el true crime como género de alto interés en audio, pero conseguir incorporarle una producción de música original, comedia y un giro periodístico a partir de los crímenes españoles de inicios del siglo XX. Por su lenguaje único a partir de escenas que describen una sociedad no tan lejana y cuyos personajes cobran vida extraídos de hemerotecas en un híbrido singular entre la ficción y el ámbito documental.

Por revelar la historia oculta de las mujeres latinas en la música punk, por acumular hallazgos interesantes de género que van desde la road movie a la idea del fanzine trasladado al audio, por la ambición en la suma de testimonios y ser una historia que hilvana a través de este género musical el continente americano desde una perspectiva latina llena de fuerza e historias.

Por mostrar una sensibilidad primorosa desde el audio para pulsar el estado de las víctimas de los atentados de la Rambla cinco años después. Por llevar un proyecto que nació como un trabajo universitario a las listas de lo más escuchado durante el pasado verano, sin olvidar la humanidad y la mirada amplia que requería abordar esta tragedia y haciéndose valer del silencio y las voces para transmitirlo de manera única.

Por el despliegue de conocimiento aplicado a una ficción distópica. Por aportar no pocas novedades a esta ficción sonora a partir del conocimiento del medio, convirtiendo un proyecto ya de por sí ambicioso en su equipo artístico en una obra de referencia de los últimos años desde la composición artística del sonido.